Hoy, 30 de octubre, se llevó a cabo con gran entusiasmo la tradicional Fiesta de Todos Los Santos, un evento que nos invita a reflexionar sobre el camino de santidad, paz y amor hacia nuestros seres queridos que han partido y se encuentran en el mundo celestial. Las niñas del primer ciclo disfrutaron de una animación especial, dirigida por las monitoras de infancia misionera, quienes compartieron momentos de alegría y reflexión.
Preparándonos para la celebración del 1 de noviembre, queremos recordar que esta festividad es un momento de alegría, esperanza y belleza, muy alejado de la oscuridad, el miedo o el terror. Este día nos brinda la oportunidad de honrar y celebrar la vida eterna de aquellos que, desde el cielo, continúan guiándonos con su amor y bondad. Seres que, en vida, siguieron el ejemplo de Jesús y nos enseñaron el valor del bien.
El signo de esta celebración es la luz, simbolizando la vida eterna y la conexión con nuestros seres queridos. Como amigos de Jesús, nos unimos en esta celebración, iluminando nuestras esperanzas y recordando con amor a aquellos que han dejado una huella indeleble en nuestras vidas.
Los invitamos a unirse a nosotros en esta festividad, donde la luz de la fe y el amor brillará con fuerza.
¡Celebremos juntos la vida y la eternidad!