El pasado 29 de noviembre, el Liceo María Auxiliadora vivió un emotivo y significativo evento con la entrega de signos de tres de nuestras áreas pastorales: Infancia Misionera, ALVI y JUSAM. Cada una de estas áreas presentó sus símbolos, que marcan tanto el cierre de un ciclo como el comienzo de una nueva etapa en el camino espiritual de nuestras estudiantes.
La jornada comenzó con Infancia Misionera, donde celebramos el día del compromiso de la Infancia y Adolescencia Misionera. Las niñas recibieron el Carnet, que las acredita como miembros oficiales de la Obra, comprometidas con la misión de Jesús. También se entregó el Pañolín amarillo con ribete azul, que simboliza el interés de las niñas por llevar el mensaje de Jesús a todos los niños del mundo. Este pañolín es un signo de pertenencia a la Iglesia, y su entrega representa un compromiso misionero. Al finalizar el proceso de más de dos años en la Obra, las niñas recibieron el Rosario Misionero, un símbolo que las une a María, la primera Misionera, y las invita a recorrer los cinco continentes en oración.
Luego, fue el turno de ALVI. Esta etapa, inspirada en la vida de Laura Vicuña, invita a las jóvenes a vivir con sacrificio, resiliencia y empatía, siguiendo el ejemplo de esta joven mártir. La entrega de los signos de ALVI incluyó un pañuelo y otros símbolos que identifican a las participantes como amigas de Jesús y María. Las estudiantes de ALVI se comprometieron a vivir las diferentes etapas de su espiritualidad: Buscar, que les invita a sentir y querer la vida que Dios les regala; Descubrir, para reconocer la vida como un regalo divino; Cuidar, que busca hacer crecer la vida a través del encuentro personal con Jesús; y Dar, que las lleva a valorar y experimentar la vida como un regalo de Dios. ALVI, como una aventura con Laura Vicuña, les anima a buscar la santidad a través de la alegría, el servicio y el testimonio de vida cristiana.
Finalmente, celebramos a las jóvenes de JUSAM, quienes siguen el camino de Jesús al estilo de Don Bosco y Madre Mazzarello. En esta etapa, las estudiantes recibieron el Polerón de JUSAM de color naranja, que las distingue como jóvenes que buscan conocer y seguir a Jesús con alegría y entusiasmo. Los parches entregados, como el Parche de Caminante, el Parche de Discípula y el Parche de Apóstol, marcan su avance en el camino de la fe, desde el descubrimiento de Jesús como amigo hasta el compromiso con la misión apostólica. Estas etapas están inspiradas en los peregrinos de Emaús, quienes, al caminar con Jesús, encontraron su propósito y misión.
Con la presencia del celebrante Padre Rodrigo Vargas, este acto de entrega de signos no solo fue un momento de reflexión y compromiso, sino también una oportunidad para que las estudiantes reafirmaran su vocación misionera y su compromiso con Jesús y la Iglesia.
¡Que este nuevo ciclo pastoral les brinde la fuerza para seguir adelante en su caminar con fe y esperanza!